jueves, 6 de noviembre de 2014

Primer propuesta de democracia digital (Plan Cierva alba)

Vivir una democracia participativa, digital, y en menor grado representativa:


  1. La desaparición de los partidos políticos, campañas electorales (que más que ejercicio democrático, parece espectáculo popular), y elecciones.   
  2. Que para tener un puesto en el gobierno se necesite de un título que implique haber cursado un plan de estudios profesionales, específicamente gubernamentales; enfocado en una formación cívica, humanística, social, política, histórica, filosófica, económica y legislativa, con un panorama local, nacional e internacional.
  3. Que los contratos para puestos gubernamentales se establezcan de acuerdo a los índices de puntaje más elevados a partir de exámenes de calidad (elaborados por las instituciones educativas que integren el plan de estudios para gobierno), el voto popular, cursos acreditados y aprobación de proyectos y propuestas de ley. 
  4. Que el puntaje lo administre una sola institución autónoma, conformada por un grupo de licenciados competentes en sistemas de la información o carreras afines.
  5. Que se conforme la democracia participativa desde portales digitales sencillos, para que cualquier ciudadano pueda acceder sin importar su ubicación.
  6. El portal contará con una sección de propuestas y modificación de ley tanto para autoridades, como para la población en general; así como con vínculos desde cada propuesta o modificación, para debatir, profundizar más en cada iniciativa (documento completo), y opciones sencillas para votar a favor o en contra.
  7. Si el ciudadano cambia de decisión y ya ha votado,  podrá cambiar su voto a favor o en contra dentro del plazo estipulado.
  8. Cada propuesta o modificación tendrá un plazo  para ser rechazada o aceptada.
  9. El portal digital contará con una sección para impulsar proyectos urbanos, sociales, y de todo tipo, y funcionará tal cual queda dicho en los puntos anteriores sobre propuestas de ley. Además, cada proyecto contará con un vínculo para conocer mejor sus particularidades: presupuesto, diseño, plazos, etc.
  10. Quién desee participar laboralmente en algún proyecto, podrá dejar su solicitud fácilmente desde el recuadro de proyecto correspondiente.
  11. Los legisladores trabajarán como freelancers (trabajador autónomo) y recibirán su sueldo de acuerdo al proyecto o ley que optimicen y también si es que este es aprobado.
  12. El portal digital contará con una sección de convenios gobierno-empresa.
  13. Los funcionarios públicos estarán obligados a subir cualquier contrato con empresa o corporación y no ofrecerán permiso alguno dentro de un lapso en que la sociedad vote a favor de tal o cual convenio, o incluso se abstenga de votar.
  14. Aquel funcionario que no cumpla con lo anteriormente estipulado será despedido y de acuerdo a si recibe beneficios personales por el trámite que ha omitido presentar, estos serán fiscalizados
  15. El portal digital tendrá una sección de acceso directo a los datos de todo funcionario público, perfiles plegados como iconos, en diagramas de árbol según la estructura jerárquica o bien, en función de búsquedas directas.
  16. Que en los perfiles con los datos de funcionarios públicos exista una sección del registro de puntos, con fecha y hora de registro, así como cantidad y motivo. 
  17. Que en estos mismos perfiles se aclaren ideología y materia en la que se especializa el candidato.
  18. Que el ciudadano pueda votar por cualesquier candidato o funcionario en cualquier momento y que cada voto se refleje en un punto que se sumará al resto. Este puntaje por votos del ciudadano se registrará en el puntaje profesional del aspirante como "voto popular".
  19. Los usuarios que presentan un cargo en el gobierno, la población civil, y los legisladores, se distinguirán claramente por el color, forma o sello de su avatar.
  20. El acceso de todo usuario a su cuenta se hará efectivo únicamente con su huella dactilar o reconocimiento de rostro más contraseña personal.
  21. Se abrirá una temporada oficial para que el instituto de participación registre nuevas cuentas de usuario y emita credenciales de ciudadano.
  22. Cada ciudadano será capaz de elegir a donde se destinarán sus impuestos desde su cuenta. 
  23. Una de las encuestas planteará la futura distribución e inversión de capital en cuanto impuesto, así como el sueldo de los servidores públicos, con opciones que determinen un balance entre lo que ellos demanden, lo que se recomienda, y lo que la sociedad esté dispuesta a darles en favor a sus servicios.
  24. Se podrá proponer el despido, suspensión o juicio de cualquier cargo gubernamental fijo.
  25. Toda sección del portal digital estará organizada a manera de índice por tema de interés (medio ambiente, defensa, educación, telecomunicaciones...) además de contar con sub-portales por región geográfica.

Adicional

  1.  Fomentar la democracia participativa llevando la tecnología necesaria para este fin a las poblaciones más aisladas o con escasos recursos. No es necesario que todos cuenten con un dispositivo personal. Se podrían crear casas de participación para ello.
  2.  El portal digital debe estar en varios idiomas de acuerdo al idioma, o idiomas oficiales, y otros con un alto porcentaje de hablantes.
  3. Entre los dispositivos empleados con este único fin, algunos deben estar adaptados a las limitaciones de la población discapacitada.
  4. Los comentarios en los debates podrán ser puntuados a favor o en contra y estos se podrán organizar de acuerdo a su puntaje, o si no, de acuerdo al orden temporal en que fueron introducidos.
  5. Se creará un reglamento para el usuario, aquel que lo viole será suspendido temporalmente, según la falta cometida: promocionar candidatos o legisladores, no faltar el respeto, tratar asuntos ajenos a las propuesta, etc.
  6. El portal digital contará con una sección de encuestas, que servirán como herramienta a impulsores de proyectos y promotores de leyes.
  7. El portal mantendrá información constante y en línea sobre el puntaje de los aspirantes a cargos de gobierno.

Cómo implementar un plan de estudios para gobierno en varias universidades de la república. Cómo desaparecer los partidos políticos. Cómo cambiar el rumbo de acciones del instituto electoral, que no sea un muro para la nueva democracia, sino un elemento auxiliar del proceso.

El primer paso es ir fortaleciendo este sistema a medida que nos vamos cuestionando su funcionalidad, es decir, re-editar esta entrada y conocer la opinión de otros, y que todo el que lo desee pueda compartir los planteamientos. El primer paso es hacer que todo aspirante a un cargo público cuente con un título universitario.

lunes, 27 de octubre de 2014

Presa 436


Ahora les hablaré de mi bien más preciado. Lo conseguí en una subasta por internet. Pagué una gran suma y apenas tengo para sostenerme con lo que mi editorial benefactora dona a mi cuenta. Piden con urgencia que termine finalmente este proyecto. Este será sin duda mi último informe.
La caja me llegó apenas unas horas y no pude simplemente abrirla y ver su interior; me contuve porque muy poca gente en la vida se le es concedido el gran privilegio de mirar una autentica presa, mucho menos de poseerla y poder sentir todas sus partes; tocar y contemplar las mínimas imperfecciones, y oler su rancio sueño, de años y siglos de estar tras vitrinas y baúles, en cajones con gel de sílice y cubiertas de nieve carbónica, urnas abandonadas, lejos de la luz, en asfixiantes cuartuchos de acumuladores.
Así que me puse a desayunar los últimos gramos de avena, con los ojos sobre la caja de madera, imaginando que la destapaba y todo lo demás. Tan maquinal tragaba que un grumo se me desvió y obstruyó el flujo normal de mi respiración; con una tos bien fuerte pude escupir tal amasijo y proseguir fantaseando al tiempo que terminaba ya el plato.
Saqué el pellejo primero. Su pelo largo, suave, bien cuidado, era de un gris verdoso con puntas negras. Su forma alargada me recordaba a los armiños que las mujeres lujosas de principios del XX se montaban al cuello, por lo que deduje habría sido un gran mustélido en vida. Estaba agujerado en donde comprendía la cabeza y parte superior del tórax. Por ello en mi oficio conocemos estas reliquias como presas. Son el resultado de las hoy obsoletas cacerías. Las familias las conservan como trofeos enigmáticos y les otorgan un valor sentimental plagado de leyendas en el que se rescata el día en que el abuelo mató a la curiosa alimaña.
Por suerte el paquete también contiene, junto al título de propiedad, un pequeño folleto donde habla del nombre que le han dado, así como todos esos datos etnológicos y folklóricos que lo caracterizan. El cazador fue un hombre maduro de Irkustk, Siberia: Shurik Gusarov. Como es común entre rurales, el animal era un ser casi mítico y adquiría dotes animistas; era algo así como un espía de la naturaleza. Dice que no se andaba por los suelos sino que siempre estaba en las alturas, en el espeso follaje de la taiga. Dada su longitud y color se le consideraba mitad visón, mitad serpiente; norka zmeya (норка змея). Se enroscaba en el tronco de los pinos y si percibía algún movimiento, subía en espiral, perdiéndose rápida y sigilosamente.
En el interior de una pequeña caja hay fragmentos del cráneo y esqueleto. Por sus vertebras me hace pensar que poseía una cola muy larga y seguramente parcialmente prensil. Las costillas son cortas y planas. El cráneo está fragmentado en un rompecabezas; cuando terminé de armarlo constaté que la familiaridad con los mustélidos no era tan cercana como en un principio lo creí. Tenía un hocico agudo y alargado que daba la impresión de pico, salvo por las pequeñas hendiduras donde van los afilados dientecitos; había un par de ellos en la caja. El norka zmeya era insectívoro.
Lo metí de vuelta en su caja y ésta la escondí entre todo lo demás que conforma mi santuario.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Lo más nefasto es estudiar lo que estudias

Ya había escrito antes, en otro medio, que en esto de los estudios me siento subiendo una escalera eléctrica que baja; lo decía en general, por toda mi vida de tareas, exposiciones y proyectos. Desperté analizando mi situación con el estomago mareado, se me subían los nauseabundos meditares con un asco agregado. No pude más que transcribirlos aquí... ya se saben que al escribirlos los hago más tangibles, menos esporádicos, más leyes, más ciertos. 

Ando todo desmotivado y no encuentro consuelo ni de juera ni de dentro. Y me dicen que ella tendría que mejorar la cosa y nomas la meto en mis enredos reflexivos para atormentarme y hacer el caldo menos comestible. Perdón si ando rimador, es que con tanto Martín Fierro, se me pega lo coplero.

Pero vamos al inicio... que no me sale estar brincando tanto.

Saliendo el bachillerato iba encomendado a transformar mis imaginaciones en proyecciones de pantalla; iba a ser guionista, o director, y si ni a eso alcanzaba, camarógrafo. En seguida metí papeles para estudiar audiovisuales, pero mis saberes fueron cortos y no entré a tan elitista medio.

 Siempre se cuenta con estudiar lo mesmo en otro lado y casi casi es lo que hice. Me eché un diplomado de animación digital y me descubrí lento y malo, aburriendome y decepcionandome todo lo malo y lento que era. Adicionalmente, por más analítico de cine que pueda ser, me encontraba años luz de ser un verdadero cinefilo y mas bien entraba en la categoría de aficionado mediocre. Así que se me bajó la fiebre y dejé el asunto por la paz.

Mi amor desde niño por la conducta animal, los procesos evolutivos, y en fin, para no darle tanta vuelta: la vida; me llevaron a entrar a biología. No tardé ni un semestre en darme cuenta que la diferencia entre coleccionar saberes y descubrir esos saberes implicaba atender disciplinas tediosas o poco atractivas. No había mala vibra por allá, lo que sí es que no encontraba mi lugar entre ellos. Y me quemaban las ganas de escribir cosas menos científicas. Mi visión animalista era bien poco rigurosa; es... Lo que tengo es una vena artística, mística, totemista. Pasé un tiempo perdido, sin vocación; pero ya bien fuera de biología. Porque era desgastante cumplir todos los días con el largo trayecto a la escuela sin motivación para continuar ahí; un largo camino para pensar en ello, con la intranquilidad de estar siempre acompañado por algún de la clase. Me di de baja con gusto de saber que hacía lo correcto.

Tiempo después me decidí por Letras hispánicas. Mi perfil humanista cuadraba con la licenciatura. En el CUCSH encontré gente más como yo, lo cual fue una gran ventaja. Hablaban, por así decirlo, mi idioma. Tomé la decisión definitiva porque soy un buen redactor, pese a mi mala ortografía, sé plasmar lo que pienso. Además no me disgustaba leer; de mi familia soy "el lector", el que va en busca de libros y siempre ha de estar consumiéndose los ojos en alguna lectura. Escritor ya era, eso no venía a convertirme. Antes de entrar, o intentar siquiera a entrar a cualquier carrera yo ya escribía. Pero no puedo negar que aprendí mucho en letras del oficio. Me pulí leyendo tanto literatura como teoría. Conociendo lo que se tenía por grande y el porqué. 

Ha sido duro seguir. No tengo vocación de letrado. Para equilibrar la balanza con el viejo amor por lo animal, me dediqué de a poco a hacer un bestiario en forma (ya antes, de adolescente, había incursionado a describir mi fauna imaginaria). En mi carrera la gente se entusiasma en cosas que para mí no son tan fascinantes, si me lo preguntan, es un poco frustrante no compartir ese entusiasmo. Medio especifíco: ponencias, conferencias, etcétera, sobre x autor, sobre x literatura, sobre x tema de x literatura.

Me ha costado continuar. He salido y vuelto a entrar. Desacelerado el paso. Modificado sistemas personales para adecuarme a lo académico y a veces los resultados son favorables. Mas en la mayoría, me veo atascado en semestres y desertando materias como quien devuelve lo que ha tragado de más, incapaz de masticar tan duro bocado. Soy deficiente. 

Por estos días he rumiado tanto el cerrar este ciclo. Mucho tiene que ver haber caído por casualidad en la página de Diseño artesanal. Me abrió el callejón que tenía por sin salida. Se me antoja para llevar la vida sin presiones y más en contacto con la vena creativa. Es cierto, tenemos ciertas venas que necesitamos nutrir, el secreto está en saber cual es la esencial. Yo tengo la susodicha, pero también tengo la vena critico-analítica, que pronto se me sacia; está mi vena espectadora, observante, que también ocupa variedad para no hartarse. Ésta lleva al asombro, la otra al criterio, mi favorita al consuelo, a la satisfacción. En letras poco o nada tengo de esta. Tengo que leer y leer, día tras día, y al final sacar conclusiones de lo que leo, profundizar, hacer conexiones...

Resulta que me harté; de moverme tan lento y trabajosamente por este fango de tareas y trabajos que piden un montón de lectura y de análisis. Me cansé de fracasar tanto en una que otra materia cada maldito semestre. Porque el tiempo que dan es muy poco para tanto que requieren. Aunque por otro lado, tantos años invertidos, para salir sin título, ni siquiera un reconocimiento al endemoniado esfuerzo. Únicamente el mantra "ninguna experiencia va en balde", ninguna experiencia va en balde... no sonríes; das un suspiro y continúas escribiendo.  

La idea era terminar y conseguir cualquier empleo aburrido de escritorio donde hacer lo que mejor sé hacer; redactar y leer. Sin embargo, poniendo las opciones sobre el tablero uno encuentra nefasto el porvenir. Porque, que sea bueno en eso no quiere decir que lo prefiera a todo lo demás; y si ahora consume todo mi tiempo y pensamiento y ánimo, no quiero que en el futuro el desgaste sea el mismo... o peor, pues tenga que cumplir profesionalmente con mi deber. 

De todos modos, he de probarme en la cuestión artesanal. Por lo que aún sigo en la carrera, desbaratado, en vías de terminar trabajos atrasados en las pocas materias sobrevivientes del semestre.

martes, 30 de septiembre de 2014

El desgastante y desganado penúltimo día de septiembre

   Hoy fue un día como pocos. Puck ha fallecido. Luchó más de lo que creí era capaz. El domingo; antier, parecía que ya no amanecería con vida. Sus vertebras se endurecían y poco a poco fue perdiendo el control de sus movimientos, sus nervios deteriorados se apagaban. En parte me daba ánimos, pensando que era una gran enfermedad de la que llegaría a recuperarse con las medidas necesarias. Finalmente lo separé de su compañera de vida, Morrigu, que sobrestimulaba sus pobres nervios. Sentí mucha tristeza, aunque claro que tenía ya un plan para contrarrestar la soledad de ambos: más ratones. Compré un tupper amplísimo pero más bajo que el terrário, y al nuevo compañero de Puck; Gronch. Otro manchado. Puck tenía un pelaje semi marrón de raíces negras con manchas blancas. Gronch tiene un equilibrio entre blanco y negro, que no sé si es negro con manchas blancas o blanco con manchas negras. Incluso sus ojos obedecen este principio; el ojo en el lado blanco tiene destellos cobre y el del lado oscuro es completamente negro.
   En fin, este lunes, ha sido devastador. Llegué de la escuela temiendo lo peor, pero me equivocaba, Puck seguía con vida y pude quererlo por ultima vez. Murió en mis manos...
    Le preparé un lecho con dos pedazos de cascara de coco; en la parte interna de una de ellas pinté su rostro y escribí su nombre. Lo enterré en el limón del patio trasero. Mi Puck.
    
    No comí muy bien, sino que poco y malpasandome. Tengo un horrible sabor en la lengua, como de orina de camello. Estoy un poco malo de los bronquios.

   Otra vez en la escuela, sentí que la motivación para seguir con la carrera, seguir estudiando Letras, ya no existía. Si en algún momento esporádico avivaba mi curiosidad algún tema de alguna materia; hoy sentí que ya sólo estaba cumpliendo con mi deber profesional y como hijo, al que se le ha invertido no sé cuanto tanto del salario mensual y quincenal, y harta confianza. 
   Entré a letras porque soy bueno redactando y de entre mis muchos hobbies y obsesiones tengo la de leer. Mas no es suficiente ser bueno. Te das cuenta que el ambiente laboral con el que pretendes inmiscuirte es vacío y monótono ¿Qué serás al salir? Lo dejas como sorpresa para el final. Buen recurso para terminar la carrera, ignorar el hecho de que hay áreas especificas para ejercer tus conocimientos. Me imagino lo mejor entre estas y me entiendo como editor. Es un simple amor por darle a algo tu estilo y mostrarlo y venderlo al mundo o parte de él. Lo feo es que renqueo de un gusto estético tipográfico lo suficientemente intenso para hacerlo bien, para dedicarme a ello de lleno durante buena parte de mi vida. Mucho menos me gusta el corregir textos.
   La esperanza en el campo de la investigación cada clase se apachurra más y más.
  Como traductor me siento empobrecido, las otras lenguas y su riqueza lexicológica me frustran los sesos en lugar de motivarlos.
   Y esas eran mis opciones de trabajo en letras.
   
 Me llama ser diseñador artesanal. A lo mejor soy bueno allí y aún no lo sé. Me entusiasma hacer y vender mi propio producto, además de expandir mi mercado y darme a conocer fuera del estado, o mejor aún, de México. Lo veo posible. Y ya no tendré que estarme devanando los sesos por lo que algún fulano escribió.
  Me gusta porque a diferencia de otros tipo de diseño no trabajas forzosamente a petición, condición, y gusto del comprador. Y a diferencia del artista; no es necesario transgredir lo ya hecho... hay una vena tradicional que se me infla, como cuando quería ser folclorista; y no tiene que ver con cuestiones patrióticas o nacionalistas, sino meramente culturales. 
   De todas formas primero tengo que probarme en eso. Y ya veremos.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Cambiar el habitat

Puck tenía una bola, pensé que era un tumor, lo llevé con el veterinario y le exprimió un absceso. Ahora debo cuidar que no se vuelva a formar la masa blanca de células anticuerpos y le doy un antibiótico y un analgésico que puede que le ayude con la cuestión de que tiene el prepucio invertido y puede ser posible que le genere problemas al orinar, tengo que observar cómo orina.    

También pregunté por eso de que se rasca de tanto en tanto. El veterinario, que por cierto es muy caro, lo reviso con esa luz para ver hongos y no encontró nada, está libre de hongos. Puede que sea una alergia y la verdad me estresa un poco porque tendré que cambiar algo de su microhabitat que tanto me gusta y ni siquiera sé qué. A mí me encanta tenerlos con tierra y heno, y me cuesta pensar tener que cambiarlo por algo más artificial. 

Sé que soy muy desconsiderado pero me aferro a la tierra como sustrato. Mi prima me aconsejó una tierra libre de químicos, fertilizantes y todo eso que le echan a las plantas en los viveros. Así que ese es el plan básicamente. Cambiarles el tipo de tierra. Tengo que ser sincero, diseñé este terrário para no estar cambiándoles y limpiando cada vez que defecan. Introduje tijerillas o tijeretas para que se coman los restos orgánicos y se ha invadido de mosquitos que también comen materiales vegetales rancios. Eso le da una terrible imagen u_u

Con todo esto en cuenta y ya conociendo lo destructivos que son, además de cambiarles la tierra, pondré la nueva planta en una macetita de barro que en teoría logrará una barrera ante sus escarbaderas. Ya no les colocaré carbón activado para los olores, a menos que huela que en verdad es necesario. Y substituiré la piedra exmusgosa por otra piedra musgosa. Las ramas y el cántaro se quedan. Mas revisaré este último por posibles gorupos, que creo son un tipo de piojo.

Próximamente foto. 

domingo, 24 de agosto de 2014

Moribundo

Apenas si duermes. Tienes miedo. La noche entera en vela pensando en eso. En la podredumbre; que se acumula, que se concentra en una parte de tu cuerpo, tu garganta. Y el hedor que no se mueve. Se te congela el pensamiento, las neuronas raquíticas, la sangre, los músculos magros; todo a un mismo tiempo. Tiempo. Recuerdos que se irán cuando te vayas. Ahora escribo... acorralado, ahora escribo. Incluso el sabor de mi saliva, tan familiar. Y la repugnancia de este cuarto, en que las tripas de mis hermanos exhalan su hinchazón.

El bistec que como si nada masticaba hace unas horas, tieso y frío, en eso me estoy convirtiendo... como si nada... carroña, tieso y frío, como si nada.

Son los excesos de vida los que apresuran tu muerte. Comes demasiado, no comes nada. Bebes demasiado, no bebes nada. Duermes, trabajas, coges, fumas, piensas. Callas, dices calla. Pero eres un hombre de rituales absurdos y por ello te sientes un niño siguiendo sus propias reglas del juego, porque sin reglas no hay juego. Es agobiante. Estar tan loco. Me consume el temor de mi locura. Haber vivido tan a fondo en mis protocolos, tan seguro de ir armando un camino sólido directo de mi sesera.

Y el otro camino, el juego del hombre y del mundo del hombre, el pre hecho para poder ser un hombre con sustento. Dije a este camino: todavía aguanto. Hay que aguantarlo. Porque si no me quedo solo en mi locura, escribiendo que me muero para poder dormir, hasta que deveras me muera. Hoy o mañana, o algún día.


martes, 19 de agosto de 2014

Soledad y desvelo

El bloguero con su blog, hablandose. Me sentía solo y llegó la tormenta. Mi tormenta. ¿Qué es la soledad sin autocompasión? Silencio. Mi ropa se ha estado mojando en los lazos, nunca terminará de secarse. Yo estaba entristeciendome con gusto generoso, sin exceso que acuda al llanto, sin dolores. Pensaba en que en la carrera se me estaban terminando las amistades. Me fosilizo. Me entristece pero no sé si es una melancolía real o sólo el leño disponible para avivar el fuego de la calida autocompasión. Eso debe ser. Porque no necesito encontrármelos por los corredores para alegrar mi día. ¿Por qué no necesitas encontrártelos por los corredores para alegrar tu día? Bueno, la alegría no es algo que este en mis planes diarios. Sería horrible, soy alérgico.

De todos modos sé que puedo verlos fuera y... en fin. Ciertamente la escuela ahora si me hace sentir más solo. Claro que nunca fui un estudiante tan de grupo, tan de compañías... pero entre clase y clase es bueno contar con uno o dos seres humanos con quiénes estrechar vínculos y relacionarte estupendamente, decir estupideces y pasarlo bien.

También está lo de que se me apaga el cerebro, no empiezo a babear y perder la noción del tiempo-espacio... más bien es un "bajarle el volumen" al proceso, y entonces... es una cosa un poco apática, como mi respuesta natural al estrés, como la zarigüeya que se hace la muerta, pues yo me hago el muerto también. Zarigüeya fósil.  

Luego está Tegthyn y sus amigos y su pronto regreso. A veces siento que todo mundo es como yo y que se engolosinan con la soledad. Tegthyn se engolosina con el descanso. No es que no quiera verla, me gusta estar a su lado, abrazarla y en ocasiones besarla, lo cierto es que no soy fan del besuqueo, y no sé porqué. Pocas mujeres me han despertado esa pasión animal y a ninguna de ellas he besado. Con Tegthyn los besos son tiernos, y luego se ponen un poco más intensos. Pero no es para que piense en sus labios al pensar en ella. Hay otras regiones, gestos y sonidos que me hacen desearla.

Mencioné a sus amigos porque cuando vi una foto publicada en facebook donde sale ella y uno de ellos en sus piernas, luego de sentir celos, pensé en todo eso de yo y mi mente de ahora, y ella y lo que yo ya sabía; que siempre estará viajando y conociendo gente nueva, etc. Y en nosotros dos que nos queremos, pero que eso no logrará que en algún momento alguien nos mueva el tapete, incluso sólo interese. Y es un poco triste claro está, porque lo último que deseas en la vida es lastimar a quien respetas y quieres, o que esa persona te lastime. Aunque hay casos en que si, cuando trabaja el amor violento.

Y me preguntaba si quiero llevar lo que tenemos a "la formalidad" y adquirir las "ventajas" de dicho tramite. Y me dije que no. Que ella de ninguna manera será el tesoro que resguardaré de otros. No será el trofeo marcado a mi nombre para presumirlo ante todos y sentir su aprobación, motivación, orgullo, envidia, morbo, interés, curiosidad, o lo que sea que sienta la gente al enterarse de ese tipo de cosas. Que si ella quiere estar conmigo no necesita de títulos, que supuestamente  le den más valor a lo que ya tenemos; aunque sí, somos novios, pero sólo para definir la situación de "más que amigos", puesto que amigovios suena a juego de inmaduros, y free suena a pura calentura.

He estado muy ermitaño en su ausencia; lo digo sin pesares, me gusta no ser visto, oído u olfateado. Como ya dije, me engolosino de soledad. Lo cierto es que estoy en un punto insípido de mi vida que yo mismo he elegido como el último, porque la insipidez parasitológica tiene sus ventajas (manutención gratis igual a mucho tiempo libre), pero es aberrante, me siento mal porque de todas formas no avanzo en mis proyectos. Además no puedo esperar a que me nazca una gran calva y que se me blanqueen las barbas para independizarme. Éste será mi último año de chinche. He dicho.

Ah, pero lo que quería contarles es que mi condición parasitaria e insulsa me hace azotarme poquitín. Me digo que no soy el tipo de hombre para mujer alguna. Y no tiene que ver con mis excentricidades, que si desconciertan y me crean sin fin de prejuicios; no es eso, no... Son más bien los modelos de buen prospecto. Lista de azotes: estoy muy plano, pronostíco un futuro no muy prospero en mi porvenir, soy demasiado pasivo (a lo mejor predecible), actualmente estoy plantado en un conformismo autoimpuesto, autobligatorio, y, sigo azotandome como cuando desde que era un crío.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Reflexión inexacta para suicida anónimo

¿Quién, salvo por diminutas palmadillas egolátricas de vez en vez, no ve en su yo pasado una especie de yo raquítico e idiota? Hermano suicida, que sólo me importas para amasijarme los sesos, como tú, en mi mente no dejaba de circular, como elefante de circo en la circunferencia de su pista, la misma idea para apaciguar el infierno. Es también una alegría sádica de venganza contra tus demonios exteriorizados en gente de toda clase de ralea. Presta atención a esa vocecilla irreconocible que dice; "ahora si tendré toda su atención, pero será bastante tarde para ella de quererme", "sentirán mi sufrimiento cuando me vaya, o por lo menos tratarán de entenderlo", "sabrá que fue su culpa, que esto es lo que cosecha y se dolerá". Te deleita. Eres un terrorista que exige atención, comprensión y cariño, porque igual a todo el mundo, lo mereces (aunque lo más probable es que tu autodesprecio te castigue y te digas lo contrario), pero los medios desesperados a los que acudes son una emanación romántica de la existencia, que es lo mismo ver a un niño no conseguir su tamagotchi y morir de tristeza.

No digo que esté mal pensar en uno mismo hasta las nauseas, pero lo más sano es concluir que no vales nada, al igual que todos los demás. Desde un punto de vista meramente biológico (el más importante, según yo), nuestro deber es inconscientemente mejorar la especie. Y como es una cosa instintiva de la cual no debes preocuparte, pues... no te preocupes; porque, racionalmente, a quién le importa hacer humanos más inteligentes, hábiles y fuertes. Oh, sí, a los nazis.

Los otros valores por los que te menosprecias son puras invenciones humanas, y como invenciones, sólo existen en nuestro intelecto, en otras palabras, no existen. Razones para suicidarse hay varias, pero las raíces son más o menos las mismas.

1. Haber hecho un gran mal (cargo de conciencia)
2. La insustancialidad de la rutina
3. El desamor
4. El dinero
5. No llevar una vida genial como quisieras
6. Todo o alguna suma de lo anterior

Hay una cosa que una vez me dijo un gran amigo y se me quedó casi como mantra personal, pero que la verdad no recuerdo de dónde salió a colación. Agárrate los huevos. Algo así como aguantar el sufrimiento valerosamente, aunque sabiendo de antemano que ese sufrimiento proviene de una elección personal, y eso ya sea por necesidad en un presente, o por equivocación en el pasado. Es en parte, ser responsable de tus actos y afrontar las consecuencias. Ya me siento como guía moral lo cual me deprime intensamente.

Agarrandote los güevos puedes sobrellevar las terribles desgracias del destino comenzando por el primer punto de las raíces de todos nuestros males: haber hecho un gran mal o haber cometido un gran error. Así que los aprietas y digieres la horrible y diabólica barbaridad que has hecho (o que tendrás que hacer [!]) y puedes luchar por reparar el daño, o encomendarte a hacer un gran bien, o aprender a sobrellevarlo como el peso inexorable que has de llevar; en términos cristianos, la cruz que te tocó cargar.

La insustancialidad de la rutina es difícil de erradicar, pero con un buen apretón e imaginación puedes entrar y salir de una a otra rutina, porque finalmente uno mismo es el que se mete a esas vueltas que lo aprietan; y si eso también se vuelve insustancial, la verdad es que (como gristémico les digo) hay que afrontar que esto es lo que hay, pero seamos honestos, de vez en cuando suceden cosas no tan tibias y vale la pena andar por ahí en el limbo de la experiencia como alma chafotota, demasiado nada para algo, recolectando esas nimiedades hasta quién sabe cuando... que peor es nada.

Si el amor mal correspondido es tu peste, recuerda que se puede vivir sin eso, y que hay mucha gente actualmente viviendo sin alborotarse exitosamente. Es cuestión de empuñarlos vigorosamente y con paciencia le restaras la importancia necesaria a esa persona tan especial en la que te abandonaste, para enfocarte más en ti (conocerte y aceptarte), después encontrarás a alguien más que se abandonará perdidamente en ti y sabrás más o menos cómo manejarlo, etcétera.

Si es por dinero, ya sabes lo que dicen. Quizá puedas restarle importancia al saber que es otra invención humana para distribuir e intercambiar por bienes fácilmente, y también una trampa mortal del sistema. Si aún no te mata por algo será, y si te está matando, algo habrás de hacer para que deje de hacerlo.

Cualquier otra cosa que desees y no puedas conseguir. Ya dejalo. Sabes tus limites.

Si es una mezcla de todo o de varias partes. Desfragmenta.

Y si ya mejor aflojas el escroto, digo, tiras las bolas, la toalla; por ahí tengo algunas recomendaciones para que lleves tu espectáculo de lo más digno. Busca tú, hermano, en este mismo blog; que no me gusta a mí hurgar mucho en mi pasado.

domingo, 3 de agosto de 2014

Segundo día

He resuelto algunos inconvenientes. A la rueda le puse vitacilina y ya no chilla. Del bebedero me he encargado, tras presionar el corcho, tapar la boca de la pipeta, y jalar pipeta y corcho, de alguna forma he conseguido dejarla sin burbujas obstructoras. Pero lo que me temía ha ocurrido; han hecho hoyos por varias esquinas y doblado las hojas de las plantas con su exploración sin sentido. El caos geológico es inevitable. Los olores son débiles y se mezclan con los de la tierra, apenas se perciben a poca distancia de la malla mosquitero que es parte de la cubierta.

Y ya dejando de lado los detalles técnicos, he meditado mientras los observo y pienso que una razón por la que me fascina contemplarlos es porque representan uno de los eslabones más básicos de los mamíferos; siento como una conexión con estas pequeñas figuras, cuando ven que los veo y dejan lo que hacían y no se mueven hasta que deja de importarles, o cuando se juntan a limpiarse en las ramas, o cuando se levantan sobre sus dos patas traseras para echarle un ojo a su alrededor, hay algo; tal vez sea la misma razón por la que me interesaba tanto el asunto feérico. Ya saben, la humanidad diminuta siendo "real"... natural, silvestre, primordial, algo de eso.


viernes, 1 de agosto de 2014

Ratones árabes a mi estilo

     Finalmente, después de una larga espera y planificación, mis nuevos inquilinos han llegado.


Se trata de 3 ratones árabes, 2 hembras negras y un macho pardo con motas blancas; el de la imagen. Hoy como primer post de mis nuevas mascotas les contaré las generalidades de este "proyecto" puesto que como uno, se fue armando de a pedacitos. Comenzó por la pregunta que generalmente me impulsa a hacer estos proyectos. ¿Qué te gustaría ver, hacer, tener, etcetera? Recordé haber visto una pecera llena de ratitas en una de esas nuevas tiendas de mascotas que parecen minisupers, y despertaron en mí algo de mi lejana infancia, un interés bobalicón en observar el comportamiento animal en medios desacostumbrados. Debo añadir que mis primeras mascotas eran precisamente ratones salvajes de los que se pegan en trampas; yo los salvaba de su destino para poder mirarlos como idiota por horas... la costumbre perduró. 

Ya adulto, con dinero, y con más autosuficiencia, quise llevar mi gusto a lo grande, y harto de las aburridas peceras con casitas y virutas, construí un terrario. Aún no estoy seguro de que vaya a funcionar, puesto que los sujetos han estado mordiendo esporádicamente los bulbos y algunas hojas de las plantas, sin mencionar que adoran escarbar, si bien no han demostrado querer hacer hoyos por todos lados, es un factor que me preocupa porque el suelo está compuesto de estratos. Una capa de carbón activado al fondo para filtrar y desodorizar el agua, arriba de esta, una capa de grava y por último la tierra negra de maceta. 

A la pecera la hice unos diminutos hoyos para filtrar el agua; la idea es que las heces y orina de los ratones funcionen de fertilizante a las plantas. Entre las plantas coloqué expansivas (uno es el musgo), quien sabe si puedan expandirse con tanto ajetreo. 
También les compré una teterilla de barro artesanal en Tlaquepaque y le metí fibra seca de coco, ojalá no la apesten mucho porque no pensé en cómo sacarle toda esa yesca que espero les de calor. 
Tienen una pequeña rueda que ahora mismo chilla desesperadamente... si, me molesta. Tengo que ponerle grasa. 
Su bebedero me mortifica, no estoy seguro que trabaje, el agua no fluye y las burbujas atascan la pipeta. 
Y ya para darle el toque dorado, les adjunté dos ramas curvadas para que se entretengan trepando.
¿Qué les parece? Vamos a ver cómo marcha y si no, hacerlo marchar.

Un video: :3

sábado, 17 de mayo de 2014

Estoy en algo

Hoy compartiré mi punto de vista, sobre un tema que siempre me ha parecido incomodo; en realidad es una serie de temas que siempre aparecen juntos. El noviazgo, la fidelidad, el amor, etc. Supongo que ahora más que nunca, este blog se convierte en material de lectura privada, más intimista, hasta la ruborización de los capilares, cosa ridícula, sobra decirlo.

Conforme han pasado los años, ha cambiado tanto mi percepción sobre estos temas y de maneras tan torcidas que apenas tengo valor para teclear las palabras. Soy soltero de toda la vida, mi timidez y apatía siempre han jugado a favor de ello. En los primeros tiempos, ser soltero me deprimía terriblemente, me centraba en los porqués y por menores, y venía una cascada de menosprecio a mi persona, la lucha de los limites y las contradicciones; la rabia de tener una personalidad que me hacía sentir real y que al mismo tiempo condicionaba mis relaciones. Mis carencias afectivas, el miedo que desde niño experimenté a las mujeres atractivas, en aquel entonces niñas bonitas, aquel episodio de repulsión y violencia, que progresivamente fue reforzado con eventos similares. Una justificación muy larga. Estoy marcado, sin duda: no soy un galán, no conquisto, no soy romántico... temo a las mujeres que me atraen, me atraen las mujeres a quienes temo. Orgullosas, desdeñosas, culeras, mamonas, macabras, frías, amargadas, duras, rudas, bonitas, guapas, hermosas, inalcanzables. Fetiche por la personalidad.

La cosa es que llegué a un punto en el que la autocompasión por no tener novia, como los demás, terminó siéndome absurda. Hay una especie de contrato implícito en el noviazgo. De procurar estar cerca de la persona, a veces amada; de conocerla, de darle cariño y complacerla; de establecer rutinas que fortalezcan los vínculos afectivos, de pertenencia. La fidelidad implícita, el deber exclusivista. Entonces hay una verdad implícita; hay que estar enamorados para ser novios. Porque los enamorados no tienen ojos para otro que no sea el amado. Y me digo: si no estás enamorado, por qué diablos quieres novia. La respuesta es obvia: beneficios. Qué pinchi egoísta, querer algo y no a alguien, o buscar a un alguien que vaga en la superficialidad de las generalidades. Pero sí, me he enamorado, solo que no he sido correspondido, eso es todo.

Muchas veces el sexo también entra en este contrato social implícito, aunque claro; sexo se puede tener con cualquiera, sin apenas conocerlo. Yo no, no en mis cinco sentidos. Es la imposibilidad más clara en mis imposibilidades; conformada por, la timidez por el irremediable miedo a las atractivas, el asco a la galantería, el romance y la conquista, pero también al carácter macho, a la patanería, y es también la carencia afectiva, sumado a otro aspecto que olvidé mencionar, la repulsión hipsteresca por ser un remedo de hombre, por no ser autentico, y vivir repitiendo las mismas experiencias con diferentes personas. Pues así son las cosas... pero claro, comprar una noche con una prostituta es una salida asequible, y no, no estoy tan desesperado para arriesgarme así, a contraer enfermedades e infecciones por pura calentura. Por tanto, es casi ley para mí que, sexo únicamente con quien confió, que me atraiga y sobretodo, con quien he vencido mi robotica condición afectiva.

De la fidelidad. Yo no creo que se tenga que ser fiel por el compromiso con el ser amado o querido. Ser fiel no debe ser una responsabilidad, algo que tengas que cuidar y mucho menos cuidar que te sean fiel a ti. Hay que ser sinceros, en este mundo hay muchísima gente, y más de uno ha de movernos el tapete, pero si uno está enamorado, embobado, esa obsesión te mantiene fuera de la alfombra, flotando, y la posibilidad de caer por alguien más, se vuelve casi imposible. Y en este asunto del embobamiento manda el subconsciente, así que ni se esfuercen, está fuera de nuestro control.

Sin embargo me declaro fiel; fiel a la honestidad, fiel a la justicia y fiel a la empatía. Siempre decir las cosas como son o como crees que son (por lo menos), y actuar de acuerdo a lo que piensas, pero también reservarte de opiniones cuando sabes que no sabes. Dar lo mismo que recibes, dar poco más de lo que recibes, si es que en verdad así lo quieres, pero nunca dar más de lo que recibes. Ponerte en los zapatos del otro. Todo esto lo he aprendido a la mala. Son mis tres principios básicos. Suelen torcerse en crudeza, frivolidad y pasividad.

Estoy pensando que no deseo tener novia. Más que nada por la rutina. Pero a lo mejor me sienta inseguro en el futuro y necesite del contrato implícito que es el noviazgo, para quel compromiso asumido nos force a no hacernos daño, sobretodo para que los demás se den una idea del tipo de relación que tenemos. Pienso en eso de la seriedad de la relación. Una relación seria. Supongo que una no seria es cuando apenas nos estamos conociendo, o cuando nos conocemos pero sólo estamos experimentando. ¿Es cuando ya sabes lo que quieres con el otro y el otro sabe lo que quiere contigo? No estoy seguro de lo que es la seriedad en una relación. Incluso me suena a aburrimiento.

Muchos usan esto del noviazgo como para marcar su territorio, su propiedad. En cierto sentido funciona. Las prohibiciones de lo ajeno. Ay, gente. Díganme si no es cierto, pero que no lo prohibido siempre es más tentador; es el motor mismo de la tentación. Y quien está sujeto, por más conforme a su celda esté, siempre alimentará la curiosidad de conocer o probar lo que no debe. No habiendo tales ataduras, las cosas se dan naturales, nada se alimenta de, nada crece más allá de. Pero esto sólo funciona con cierto tipo de personas; los que no andamos en busca del amor, o de una gran cogida; vemos a una persona atractiva e interesante y nos acercamos a olfatear su modo de vida, su manera de pensar, sin esperar nada más. Y las cosas se van dando o dejan de darse conforme a las circunstancias, predilecciones, intereses, etcétera.  Lo importante es que tú tienes la posibilidad de reflexionar lo que sientes, lo que sienten los involucrados, y demás, sin las idioteces de sobra de las que un contrato social implícito está hecho.

Estar con alguien es respetarlo. 

lunes, 3 de marzo de 2014

El raptor de roedores (adelanto)

Lo escribo ahora, de una vez por todas y para siempre; para no volver a recordarlo después. Lo digo porque hace una semana aproximadamente, mi prometida atravesó firmemente con el tenedor un trozo de carne cocida de pollo y yo ante este hecho sin trascendencia, devolví toda la poca ensalada que previamente digería. Claro que antes ya había pasado por esto, pero era cosa inusual, y ese día no venía a ser uno extraordinario.
Podríamos decir que comenzó aquel  ciclo académico, en que él fue traído a nosotros como un bicho nuevo, y el maestro con amabilidad le dio la bienvenida y a nosotros un nombre para llamarlo como correspondía. Mentira. Recuerdo bien al maestro, la forma en que no nos miraba a los ojos cuando soltaba sus discursos en un tono gris invariable acerca de la responsabilidad, algo masticado tantas veces que ha perdido su sustancia. Frecuentemente nos hundía con él en su propio silencio; cuando terminábamos las operaciones matemáticas y lo mirábamos en su escritorio, escrutando en esta limitada planicie algo más allá de nuestro pobre entendimiento... esa solemnidad nos abrazaba. Pero recobrábamos nuestra inquietud natural cuando su tos de tiza blanca resonaba luego luego por el aula.
Y por eso confío en que la llegada del nuevo no fue un acto sobresaliente a una de muchas clases que pasamos entre silencios solemnes y sermones vacíos. Mas sin importar la atmósfera en la que nos diluíamos, lo notamos. Era imposible no hacerlo; él no era uno de nosotros. Su uniforme era el más longevo del grupo, parecía venir de una larga tradición hereditaria que finalizaría en un centro de acopio, y que sin embargo, fue forzado a la vida útil a un punto de deshilacharse; solo la mugre era capaz de mantenerlo firme en una pieza. Por lo demás, recuerdo su pelo de erizo, opaco, corto y tieso. La mirada hastiada, y al fondo de ésta, la característica majestuosidad, del agresivo brillo que emiten los iris renegridos.
José (o Jesús) María Guadalupe. Sus primeros días entre nosotros los pasó oscurecido en la butaca del fondo, apenas respirando, mirando a todos mirarlo. Luego intentó congeniar. Congeniaba parcialmente; principalmente cuando tenía la intención de hacerlo y jugaba sólo si el juego incluía una pelea: "luchitas" le llamábamos. Pero había temporadas en que no nos soportaba y muchas más en que nosotros no lo soportábamos y las luchitas pasaban a ser fregadazos serios.