jueves, 29 de noviembre de 2012

Carne de Vidrio

(Sacralizame)


Esque cuando me rompes con la palma de tu piel desnuda, de tu pie...

  ...y pasa que esos trocitos no se separan de la tuya, de tu carne
                                                                                   
           y es por eso que dicen no, mejor nada nunca con él, conmigo
                 
                   que mi carne es vidrio

     quen cuanto intentas soltar las esquirlas...



-escucho al vidrio crepitar también, tan bien-

y tal parezco el aparato deleitoso del suicidio.

martes, 6 de noviembre de 2012

Divinidad no es lo mismo que divino

No creo en un individuo divino, definible, consciente. No tengo dios. Mas creo en lo divino y en su manifestación. En un objetivo de aproximación divina, alcanzado mediante un sistema ritual, complejo o simple, siempre variable. Encuentro en la naturaleza su esencia y voluntad. En nuestras cabezas la enzima digestiva que le da forma, realidad y sentido. Es la fuerza de la existencia y de la complejidad orgánica. Nos dice, ser complejo eres, que te complejizas y vives en la complejidad. Sin maldecirnos, sin bendecirnos. Nos deja ser, en su juego cosmogónico... a saber qué tanto. No nos ve, ni nos oye, pero nos siente, nos tiene presentes en sus entrañas; sin necesidad de que lo alimentemos de gratitud o le compongamos cánticos de suplica.

Yo no me duelo de lo divino, me duelo de la megacomplejidad humana y sus circos infernales. 

jueves, 1 de noviembre de 2012

Perspectivas disconformes

Un dragón de humo negro gira sobre mis pupilas... ¡ay, noche! vuelves para cuestionarme los por qués y por menores. Bien tendré que contestarte.

Un hombre listo, capaz de conquistar el corazón de una mujer, de entregar y agotar su pasión en ella, seguro de su futuro y emprendedor. Conocedor y extrovertido, que sabe alcanzar sus metas sin rendirse, orgulloso, fuerte, capaz. Sin miedos, independiente, exitoso. Un hombre perfumado y coqueto, que sabe cómo atraer a su hembra. Deslumbrante. Vivaracho y alegre... bonachón. Líder, macho alfa. Buen conversador, atento siempre, inclinado a las buenas costumbres. Un hombre rudo y temerario, que toma lo que quiere cuando quiere y cuanto quiere. Activo. Bien alimentado, bien equilibrado. Naturalmente afortunado. Vivo.

Todo eso me es ajeno.

Torpe y lento para comprender y complacer, temiendo estropear pocos buenos momentos por un ímpetu desbordado que espante. Incapaz de conquistar por naturaleza, por sentirlo acto demasiado forzado y predecible. Reservado a quienes saben apreciar lo pútrido que hay en él. Tímido e inexperto. Alienado por no saber vivir. Metido en sí mismo, tratando de componer el desorden que es. Desinteresado en las metas usuales. Desertor, deprimido, débil... real; sincero con él y con los otros. Con una violenta necesidad de sentirse valorado por quién es. Exigente porque sabe lo que quiere (aun cuando lo que quiere no le quiera a él). Estancado en el fango, apagado, oscuro. Triste. Mártir, macho omega. Silente. Absorto. Desapegado a las absurdas costumbres. Un hombre vulnerable y prudente, que respeta a quien merece respeto. Desequilibrado. Desgraciado. Muerto.

Algo así me reconozco.