viernes, 31 de agosto de 2012

Carta para ella


Todas las vacaciones me dedique a restablecer el equilibrio, tenía los nervios rotos y estaba hecho una jauría de perros locos, y hasta los soñaba. Y todo por mi carácter; a veces ser tolerante no es tan bueno... en serio. El estrés se va acumulando como una masa gris y deforme, luego se transforma en perros locos, o una pasivo agresividad. Lo que pasé contigo fue la gota que derramó el vaso, y no es tu culpa, tampoco la mía; somos víctimas de las circunstancias.

Si pudieras ponerte en mis chanclas... me sentí utilizado, y sumale a eso años y años de ser rechazado y rechazar. Te conozco, me identifico en varios aspectos y además me gustas, y me gusta tu personalidad; pensé que finalmente sería bien correspondido. También yo debo ponerme en tus botas, una relación de cierto tiempo (aunque sólo estoy suponiendo) es algo muy valioso que no puedes tirar a la basura sólo por el capricho de alguien con quien simpatizas.

Sólo me queda disculparme por lo que hice, créeme que no lo hice intencionalmente, me refiero a mostrarte toda mi vulnerabilidad para dar lástima o fastidiarte a báse de mensajes estúpidos como una especie de venganza (ahora que lo analizo me parece gracioso), estaba poseído por mi lado emocional o pasional, que es como el de un preescolar.

Por lo anterior decidí renunciar a encontrar a alguien con quien compartir afecto, ya sea como noviazgo o amigos con derecho, todo siempre acaba mal... lo sé, soy terriblemente pesimista, pero la experiencia es lo que le dicta a mi corazón (odio escribir corazón, la metáfora más trillada). Me contento sabiendo que no soy el único solterón que renuncia, como cuando me dijiste que a ti tampoco te fascinaba comer, es un alivio conocer gente que comparte gustos, odios, formas de pensar, modos de existir.

Me encantaría ser tu amigo, no uno de los mejores, pues nunca podré apoyarte en cuestiones sentimentales o entregarme sin reservas, por los malentendidos que resulten, y también tendría que aprender a vivir sabiendo que quien realmente te hace felíz sea él... pero bueno, un amigo, limitado.... No, yo soy un buen momento, eso soy, un momento de tu vida, espero que uno alegre e infantil, eso es bueno, porque los niños no llevan fantasmas y demonios en la espalda.

Por mi parte lo mismo. Serás aquella emoción que sentí, no la enfermiza en la que llegó a transformarse, sino la pura e infantil, esa emoción. Por eso siempre te guardaré cariño. Me quedaré con ganas de conocerte mejor, de que me conocieras por igual; me engañaré, pensando que lo que te conocí fue lo necesario...

:)

jueves, 16 de agosto de 2012

Transfusión de sangre


No soy un hombre imponente,
no sé por casualidad sostener un rifle, apuntar y segar una vida
Sin embargo doy mi voz, y mi lealtad,
también materia gris para sembrar;
no por un país, ni unos colores,
no emblemas, no ídolos...

Doy absolutamente todo lo que pidan
por suprimir al cabrón cobarde
que oprime lentamente a su semejante;
por su ignorancia
por su hambre
por su corazón noble.

Maldito él y los suyos
que se les parta el sueño
por todos aquellos quienes no duermen
impotentes e intolerantes
a su veneno
por su ponzoña.

Cyan Uro   

Actitud


Señores, estoy incontenible, ya van tres entradas y con esta cuatro en un sólo día. Mis pinches pensamientos obsesivos han dado frutos.

Ya con esta entrada los dejo tranquilos.

Yo, soy una victima más del boicot con el que muchos, y no dudo que muchas, hemos sido maltratados; a mí también me dijeron, "es tu actitud". Ya sea porque no quieren tener nada contigo, o porque no les caes bien, o porque quieren dar en el clavo de tus dilemas existenciales, interpersonales, o políticos.

Señores, si alguien te dice, te dijo, o te ha estado maltratando con "es tu actitud", díganle, BASTA, que si no le gusta tu actitud, se puede ir a la fregada, ya habrá otros y otras a quienes si les mole y ya, punto, puntote, puntotototote.

Saludos y gracias por leerme.

-------------------------------------------------------------------

Luego pasaron los días y me dí cuenta que el problema real radica en que tu actitud es también parte de tu forma de ser, y en verdad les digo que sólo la persona como individuo, apegado a sus propias reflexiones, es la única que tiene el derecho a cambiar lo que le molesta de sí misma, aunque la mayoría de los cambios (puede que todos) son irreflexivos y se dan en un campo inconsciente, en un proceso largo y a veces hasta tortuoso. Lo que me lleva a insistir que los comentarios directos en contra de la actitud de una persona son groseros y tienen mucho de venenosos, quiero decir, que más que ayudar a quien se los echas, lo denigras por algo que no es su culpa, el medio lo ha moldeado tal cual, y si tienes problemas con lo que es natural en él, quizá deberías preguntarte si tu actitud es la correcta; porque si te molesta su actitud, aunque suene triste, mejor retirarse.... o bien, abordar el tema con menos rudeza.

Suele pasar que la mala actitud viene de quienes se les llama "gente negativa"; te encuentras con que ellos no están de acuerdo en pasarla bien, no tienen ganas de divertirse o hasta de conversar, también hay quienes son pesimistas y esperan lo peor de cualquier situación. A mi me parece que en lugar de atacarlos o simplemente dar en el clavo con la actitud, podrías disuadirlos e intentar meterlos en tus zapatos... digo, si sientes asperezas en algún aspecto de su forma de ser

 Y me imagino que en una relación de pareja es lo que más genera confusión, cuando las respuestas individuales chocan. Yo soy un pésimo consejero, pero ¿no es ese el momento para replantearse si se sienten cómodos uno con el otro? de evaluar lo que disfrutan ambos, y lo que no toleran. En pocas palabras, es momento de hablar... pero si prefieren callar; mejor darse un tiempo, o terminar, porque la bola de disgustos y desacuerdos va a crecer.  

¿Autoestima?


Siento decirte que no;
no, el autoestima no resolverá tus problemas.
El autoestima no te hará el homínido más irresistible de todos los tiempos,
ella o él no se interesarán súbitamente por ti porque tu autoestima se disparó por los cielos,
llamarás la atención por el cambio, pero ya volverás a lo predecible.
No te crecerá nuevo y mejorado cabello por tener altoestima.
Aparte de las máscaras que uses y las capacidades que poseas, el autoestima no te dará el empleo.
El autoestima definitivamente no revivirá a los muertos,
ni tampoco te hará invulnerable a las balas.
No te hará ganar dinero y sobretodo, no te hará mejor persona;
no serás más atractivo, ni más inteligente, ni más especial.

El autoestima te hará creer todo lo que quieras tragarte, así es, ni más ni menos. Pero, ¿quieres creer que eres super especial y un montón de chingaderas o mejor reconocer tus defectos y valorar tus "virtudes" o cosas que sabes funcionan en ti a la hora de la interacción social o en los desafíos personales?

Por eso, DI NO a la autoestima, concepto gringo sobrestimado, filosofía pokemon basura.

Nueva percepción:

Sobre mis ciclos


El orden de mi desorden; es la estructura con la que sobrevivo. Los engranajes de mis ciclos que me obligan a levantarme de la cama todos los días... porque no es el sol, ni un motivo en especial, sino mis ciclos, o autoimposiciones, por las que yo me levanto por la mañana (o tarde: depende), esforzándome en completar; porque de alguna manera mágica, desconocida, sobrenatural, siento que al terminar un ciclo, uno de los grandes; crezco como persona, y que soy más sabio y que en definitiva, el que viene es un ciclo totalmente diferente al anterior, porque hay otras actividades que realizar, otra ropa que comprar, diferente tótem y color y sonido y marcas que imprimir, y que es una espiral espiritual en elevación, aunque en lo concreto y cotidiano siga cayendo, y sentirme complacido, porque todos los retos que me autoimpongo son ejercicios realizables, nada del otro mundo.

De alguna manera lo único que hago es autosatisfacer mis exigencias o caprichos... ya que en mi infancia fui pocas veces reconocido, valorado, o premiado; he creado este mecanismo que me deja funcionar y funciona de una manera fácil y sencilla (suena a infomercial, lo sé); me impongo tareas... y si las cumplo, me recompenso... aunque a veces las tareas parezcan, o sean, recompensas. Lo cierto es que siento mucha satisfacción al concluir uno de los ciclos, desde los grandes hasta los más minúsculos, ya que estos ayudan a los otros... sí, sé que no lo entienden, se necesitaría toda una charla para aclararlo.

Me gusta hacer esto... me ayuda a verme desde fuera, a replantear mis metas. 

Mi aburrida terapia


Esto ya no es lo que era antes; es probable que así tenga que ser. Hay un tiempo para todo y creo sinceramente que por estos grises y oscuros días míos (que venga, lo reconozco, ha sido un montón de tiempo), la introspección se me ha dado. Nadie lee estos blogs de confesiones... pero bueno, no tengo ganas de hacer cuentos, ni poesía, ni wacamole, y ultimadamente es mi blog, yo lo degenero cuanto quiero.

He tenido unos sueños rarisimos; ayer soñé que una jauría de perros atacaba a una amiga, por la cual yo sentía especial afecto (no sé por qué o quién era ella). Desperté alterado y muy incomodo, en parte porque uno de sus amigos, uno que vivía en un fandango... en un fangal, y a través de un largo túnel que tuve que recorrer, me cuestionaba mi mala disposición a ayudarla; le reclamé que no era tan tonto para pelear contra una jauría, y que de inmediato busqué ayuda con unos oficiales (parecían de transito) quienes usaron sus silbatos y macanas para dispersar a los encabronados canes. Cuando llegue a su casa ella no le venia verme. Me puse inquietisimo por este sueño y logré descifrarlo. La jauría es nada menos que yo, esa parte de mi carácter que asusta a la gente, soy una persona agresiva, pasivo-agresiva; los oficiales son, o bien mi lado consciente tratando de autocontrolarme, o la ayuda profesional que, imagino desde siempre, puede arreglarme.